EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA
IV-CONTEXTO
A pesar de los avances del siglo XX, no debemos darnos demasiada
importancia desestimando otras épocas en la historia, el descubrimiento de la
rueda, o de la 1ª vacuna, o la llegada de un barco al horizonte sin caer en
picado, sin duda debieron representar algo extraordinario en su marco
histórico.
El contexto es imprescindible para ubicar el arte, sin su conocimiento
no podemos comprender casi nada.
Me gustaría hacerme entender cuando digo desmitifiquemos el arte, y
con él también el genio, el artista, lo real, lo imaginario, lo bueno y lo
malo, lo verdadero y lo falso, la belleza, el juicio estético ...
Ninguno de estos conceptos tiene sentido si no se observan desde la
perspectiva del contexto en el que se producen, por razones obvias, no somos
brujos, ni dioses, al menos yo, y, por lo tanto, no podemos afirmar que hubiese
pasado con la sola modificación, desaparición o aparición de un elemento en un
contexto determinado.
La supuesta revolución del arte de los últimos 200 años, frenética en
100, se produce paralelamente al ritmo de la evolución de la industria, la
ciencia y avances tecnológicos, el arte respondió y responde a esos impulsos,
me parece inútil, si no es por enriquecimiento personal, seguir dando vueltas y
más vueltas a lo mismo.
Los avances tecnológicos no solo revolucionaron nuestro entorno, ha
cambiado, entre otros, la concepción del mundo cultural, los medios de
comunicación ha acercado tanto a los pueblos, nos ha hecho tan
"iguales" que antiguas fronteras ya no se distinguen, no somos oriente
y occidente, por ejemplo, ahora nos diferenciamos en ricos (¿desarrollados?) y
pobres (¿subdesarrollados?), tal vez dentro de unos años seamos los
"buenos" (Europa: una grande y libre) y los "malos" (los
norteamericanos, por supuesto), perdón, me olvidaba, y los pobres (los
tercermundistas).
Siguiendo con esos avances, que en un pasado aún cercano nos amenazaba
con hacernos desaparecer, me ha sorprendido llegar aquí y que no haya pasado nada,
como me sorprendió llegar a 1984 y que tampoco pasara nada, bueno se
reafirmaban las clases sociales y, de alguna manera, la "tele" sí
rige nuestras vidas, pero mi colección de bolas de cristal me resulta ahora sin
sentido, ¡hoy 1984 me parece tal lejos y el 2001 tan cerca!.
A pesar de ello, continuamos remontándonos a la filosofía de la
antigüedad, bueno, a veces son bastantes modernos, datan de hace solo 100 o 200
años; justificados en su momento, reutilizamos conceptos y pensamientos de
otras épocas que no siempre nos ayudan a entender, tal vez porque en algunos
casos no sea necesario explicarlo todo, simplemente asumir.
De todas formas, reconozco que en la historia hay siempre algo de
regresión al pasado, es normal, no podemos aniquilarlo, y no sé a que le temo
más, si a estas regresiones o al futuro, mientras una enfermedad como el SIDA
nos ha devuelto a la Edad Media, un loco pretende utilizar el laboratorio para
crear clones humanos, en lugar de buscar soluciones a este problema inmediato,
los que piden un nuevo genio tal vez estén de enhorabuena.
Escribir es un arte, difícil pero gratificante, una vez ese arte no
residía en el empleo de las palabras, en la narrativa, si no en algo, ahora
desapercibido, que era el hecho de saber
escribir, la parte mecánica, lo que hacía sabios, doctos o eruditos a los que
tenían ese "talento", y es que cada cosa tiene su momento y lugar.
En la diversidad de manifestaciones plásticas se aprecia, al
menos, un factor común, (si no lo
hubiera , lo buscaríamos para reconocerlas y justificarlas), es su acoplamiento
a los distintos avatares que les tocó vivir, en el fondo esto les resta
originalidad. Por otra parte, al
multiplicar indefinidamente los objetos de un deseo (el de ruptura, el de hacer
algo distinto a lo anterior), éste pierde intensidad, por eso, con el tiempo
tendemos a condensar cosas "pequeñas", que nosotros mismos hicimos
individuales, en grandes familias, es decir, que prácticamente quedan reducidas
a un 1ª y 2ª Vanguardia y un "últimas tendencias", con muchos "...ismos".
Quisiera hacer una breve alusión al contexto económico, probablemente
y, como siempre, sin la II Guerra Mundial, por ejemplo, no hubiese habido nuevos
ricos, y sin estos el arte hubiese seguido otro camino, o no...
Algunos movimientos han querido criticar la importancia del factor
económico en el arte, manifestándose con representaciones poco
"transportables", perecederas o de mal gusto, para demostrar que el
arte puede ser no "vendible" ni manipulable en ese sentido, principio
que el tiempo, irónicamente, se ha encargado de contradecir. Han pasado a formar parte de la
"historia" del arte, facilitando su explotación como mercancía, esto
no quiere decir que si pudieses, te comprases una de esas obras para el
recibidor de casa, algo que sería probablemente indiscutible, por ejemplo, con
un Miró o un Rubens.
Reconozco que pensar en una de mis piezas como en la entrada de un
ático, me pone los dientes largos, muy, muy largos, con ese pensamiento, al
placer de la práctica artística se le añade un placer casi erótico.
Por último, en este apartado
una pequeña reflexión sobre el artista, al fin y al cabo él es el receptor y
reinterprete del contexto del que hablo.
Ante la obra de otro artista contemporáneo que despierte nuestra
admiración, aflora cierto sentimiento de envidia, al menos en mi, por no haber
sido capaz de haberlo "visto" antes que él o de haberlo sabido
representar así, desearías ser como él, lo cual es contradictorio, uno de
nuestros propósitos, si es que tenemos alguno, es el de ser diferentes, por eso
buscamos, probamos, a veces rayando el despropósito, en un afán incontrolable
de crear, porque en esa creación radicaría nuestra diferencia.
Supongo que es cierto que los artistas, en general, tienen miedo a
reconocerse como tales, eso, tal vez, insisto, solo tal vez, implicaría una
secreta e ¿inmoral? convicción de que "hay algo divino aquí dentro",
o también por el hecho de autodenominarse y reconocerse como artistas, o sea
darle carácter de profesión, de alguna manera los convierte como en el pasado
en artesanos, y eso, puede ser duro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario