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domingo, 29 de julio de 2012

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA ÍNDICE Y BIBLIOGRAFIA

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA
ÍNDICE

BIBLIOGRAFÍA

BALMES, J.: El criterio.  Barcelona, Juventud, 1993.
DD.AA.: Sobre la crítica d'art i la seva presa de posició. Barcelona, llibres de Recerca, MACBA, 1996.



DESCARTES: Discurso del método.  Barcelona, Orbis, 1983.
GOMBRICH, E.H.:  Historia del Arte.  Barcelona, Garriga, 1992.
HOLLINGSWORTH, M.: El arte en la historia del hombre.  Barcelona, Serres, 1991.      
NIETZSCHE, F.:  Más allá del bien y del mal. Barcelona, Orbis, 1983.
ORTEGA I GASSET, J.: El espectador. Madrid, Alianza, 1969.



SERPELL, R.: Influencia de la cultura en el comportamiento.  Barcelona, CEAC, 1981.



De los cuadernos de BBAA:

DD.AA.: Documents 1.1
DD.AA.: Documents 1.2
DD.AA.: Documents 2.1

De consulta y apoyo:

ORTEGA I GASSET, J.: La rebelión de las masas. Orbis, 1983.
Catálogos, diccionarios, enciclopedias.

(mmha, 1998)

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA VI

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA


VI-REFLEXIONES FINALES

Nadie tiene en sus manos verdades absolutas, tampoco en arte, el contexto del momento en que se "revisa" una supuesta obra de arte, hace ver las cosas de maneras diferentes, lo que ayer fue calificado de estrafalario, hoy puede ser considerado una gran obra de arte, y a la inversa.

Que cada cual cuelgue o coloque, si así lo desea, en su casa lo que quiera o pueda y si, además, lo que hoy le gusta, siendo asequible económicamente, el tiempo lo revaloriza ¡felicidades!, sus nietos o bisnietos le recordarán y le estarán agradecidos, con suerte se encontrarán con una obra de arte y, si no, disfrutarán de un rendimiento por su "inversión".

Antes de tirar al mar el polvo en el que, según algunos, se convirtió el arte en manos de Picasso (y otros), o de reciclarlo, con un aglutinante y disolvente, en líquido para limpiar pantallas de ordenador, me gustaría incluir otro tipo o faceta del arte: ES DIVERTIDO Y UN PLACER PRACTICARLO. 


No voy a profundizar en ello, pero me gustaría comentar que, si bien hay infinidad de teorías y aplicaciones de la imagen, en pedagogía y psicología, también es cierto que la práctica del arte, como acción, es apenas valorable como terapia, aplicable en la psiquiatría, en la rehabilitación de enfermos por adicción o, en la tan cacareada reinserción, yo lo llamaría reconciliación con el mundo, carcelaria.

Debemos subir al carro de los acontecimientos, sería sabio por nuestra parte saber compaginar las nuevas tecnologías con el amor al arte, como observador, como pensador, como creador. 

En este sentido, nosotros, los artistas, jugamos con ventaja, por una cuestión de supervivencia ya nos movemos entre la tierra y el cielo, quise decir entre dos mundos, el de un trabajo remunerado por un lado, y el de la idea, la imaginación, por otro.  Mientras, aún hay gente que no se ha dado cuenta que en Berlín ya no hay muro que le impida pasar al otro lado y, el que lo sabe, piensa que con el muro desapareció el otro lado.  

Hablando del muro, pensar que en arte está todo hecho es inmaduro, aún falta lo que está por hacer. 
Cuando era una adolescente, con la "tele" y una vez pisada la Luna, pensé que no quedaba nada importante que pasar en el mundo que me había tocado vivir, es evidente que para bien y para mal, me equivoqué, el último cuarto de siglo, a todos los niveles ha sido trepidante, de vértigo.

Es posible que las máquinas algún día lleguen al poder, o nos alimentemos con pastillas exclusivamente, hasta es probable que viajemos en el tiempo, de hecho ya han conseguido desintegrar una materia y volverla a componer, lo que no recuerdo es si era una patata o una pelota de golf, pero cuando esto ocurra, a pesar de los años que llevan amenazándonos, ya será mucho más allá del 2000. 
Y el arte, como fenómeno de expresión material de la mente de individuos, tocados o no por el genio, el talento o la locura, permanecerá. 
Cambiará el espectador, el escenario, su lectura, pero en tanto exista un solo ser humano, él, el arte, seguirá ahí.

(mmha, 1998)

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA V

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA


V-JUICIO ESTÉTICO (o algo así, y a propósito del crítico)


Si fuese posible dejar un vulgar cristal roto en la orilla del mar, y recogerlo después de un tiempo, lo encontraríamos transformado, probablemente, en un bonita piedra mate, con los cantos redondeados y alguna curiosa forma...

Sabemos que si bien hoy una determinada obra de arte es incuestionable, no lo fue en otro tiempo relativamente cercano, por no parecerse al arte anterior o vigente, que le negó el derecho a ser considerada como tal. Eso transformó el arte, la forma de observarlo y escribir sobre él.

A pesar de ello,  aún hoy, la mayoría de la gente, la que no está relacionada directa y estrechamente al ámbito del arte, sigue sin entender todo lo que no sea, lo que yo llamo, "Marinas de el corte inglés". 
Ante lo que no se ajusta a la marina sigue preguntado "¿qué es?", y tú, como una estúpida, haciendo gala de tu mejor sonrisa, aunque el epiglotis te tamborilee, respondes con la tontería aquella de "¿pero te gusta o no?", cuando en realidad estás pensando "por favor, mójate, emite un juicio o calla para siempre".

El juicio ...
El hecho de ver una exposición "guiada" ya puede ser un "lastre", aunque después la retomes y "repases" en soledad, ya no te puedes deshacer de los comentarios subjetivos de otro, que si bien es de suponer no navega en tu ignorancia, no tiene porque sentir o experimentar lo mismo que tu.

El gusto...
Posiblemente, la inquietud interior que nos hace preguntarnos que es el arte, se manifiesta con más intensidad delante de determinadas expresiones plásticas que pierden el sentido del "buen gusto", desde la óptica subjetiva de mi cultura, por supuesto.

Si queremos ser respetuosos ante cualquier expresión artística se ha de intentar seguir el mismo criterio te encuentres delante lo que encuentres, es decir, difícilmente se puede observar con "cariño" una columna de latas, si, previamente, no has roto, suponiendo que los tengas, muchos esteriotipos, en el sentido estricto y a la vez amplio del arte.

A propósito del crítico...
Para el proyecto de una pirámide egipcia, supongo que intervendrían varios individuos de diferente condición, pero en la construcción final, al igual que en arte el artista y el espectador, me parece que solo son dos los tipos de individuos imprescindibles: el que ponía la piedra y el que decía donde ponerla, no creo que a ambos los consideraran artistas, aunque cada uno en lo suyo -incluido el "machaca"- seguramente lo eran.
El crítico se me aparece diciendo dónde y cómo poner las piedras, con argumentos, a veces,  más que discutibles,  y el artista, dejándose llevar por esos "mandatos",  o pone la piedra o, con ese espíritu de revelación que le caracteriza, hace todo lo contrario, deja de hacer lo que quiere para hacer lo que el critico no quiere, con lo cual,  de una forma u otra saldrá perjudicado.
Por otro lado, su forma habitual de escribir, plagada de citas, referencias, llamadas, entrecomillados, cursivas y terminología, llamémosla, poco comunes, impide una lectura fluida, si no eres un "cerebrito" lo tienes mal, para leer un artículo de 1/4 de página en una publicación, necesitas, al menos y si quieres entender algo, una buena enciclopedia y eso, como el can-can, en el metro resulta un tanto incómodo, ni que decir cuando en lugar de un artículo se atreven con un libro, esto, a pesar del tono, me parece muy serio, ya que impide cualquier acercamiento de los profanos, al arte  y al artista, que se suponen son los verdaderos protagonistas de esta historia, aunque tal vez se trate de eso. (*)
(mmha, 1998)

(*) 15 años después la ironía de la enciclopedia en el metro pierde sentido, pero el resto sigue vigente, llevar una "tablet" por mucho que esté conectada a internet, no te hará COMPRENDER un texto... (mmha, 2012)

ÍNDICE Y BIBLIOGRAFIA

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA IV






EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA





IV-CONTEXTO



A pesar de los avances del siglo XX, no debemos darnos demasiada importancia desestimando otras épocas en la historia, el descubrimiento de la rueda, o de la 1ª vacuna, o la llegada de un barco al horizonte sin caer en picado, sin duda debieron representar algo extraordinario en su marco histórico.

El contexto es imprescindible para ubicar el arte, sin su conocimiento no podemos comprender casi nada.


Me gustaría hacerme entender cuando digo desmitifiquemos el arte, y con él también el genio, el artista, lo real, lo imaginario, lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso, la belleza, el juicio estético ...

Ninguno de estos conceptos tiene sentido si no se observan desde la perspectiva del contexto en el que se producen, por razones obvias, no somos brujos, ni dioses, al menos yo, y, por lo tanto, no podemos afirmar que hubiese pasado con la sola modificación, desaparición o aparición de un elemento en un contexto determinado.


La supuesta revolución del arte de los últimos 200 años, frenética en 100, se produce paralelamente al ritmo de la evolución de la industria, la ciencia y avances tecnológicos, el arte respondió y responde a esos impulsos, me parece inútil, si no es por enriquecimiento personal, seguir dando vueltas y más vueltas a lo mismo.


Los avances tecnológicos no solo revolucionaron nuestro entorno, ha cambiado, entre otros, la concepción del mundo cultural, los medios de comunicación ha acercado tanto a los pueblos, nos ha hecho tan "iguales" que antiguas fronteras ya no se distinguen, no somos oriente y occidente, por ejemplo, ahora nos diferenciamos en ricos (¿desarrollados?) y pobres (¿subdesarrollados?), tal vez dentro de unos años seamos los "buenos" (Europa: una grande y libre) y los "malos" (los norteamericanos, por supuesto), perdón, me olvidaba, y los pobres (los tercermundistas).


Siguiendo con esos avances, que en un pasado aún cercano nos amenazaba con hacernos desaparecer, me ha sorprendido llegar aquí y que no haya pasado nada, como me sorprendió llegar a 1984 y que tampoco pasara nada, bueno se reafirmaban las clases sociales y, de alguna manera, la "tele" sí rige nuestras vidas, pero mi colección de bolas de cristal me resulta ahora sin sentido, ¡hoy 1984 me parece tal lejos y el 2001 tan cerca!.


A pesar de ello, continuamos remontándonos a la filosofía de la antigüedad, bueno, a veces son bastantes modernos, datan de hace solo 100 o 200 años; justificados en su momento, reutilizamos conceptos y pensamientos de otras épocas que no siempre nos ayudan a entender, tal vez porque en algunos casos no sea necesario explicarlo todo, simplemente asumir.



De todas formas, reconozco que en la historia hay siempre algo de regresión al pasado, es normal, no podemos aniquilarlo, y no sé a que le temo más, si a estas regresiones o al futuro, mientras una enfermedad como el SIDA nos ha devuelto a la Edad Media, un loco pretende utilizar el laboratorio para crear clones humanos, en lugar de buscar soluciones a este problema inmediato, los que piden un nuevo genio tal vez estén de enhorabuena.


Escribir es un arte, difícil pero gratificante, una vez ese arte no residía en el empleo de las palabras, en la narrativa, si no en algo, ahora desapercibido, que era el  hecho de saber escribir, la parte mecánica, lo que hacía sabios, doctos o eruditos a los que tenían ese "talento", y es que cada cosa tiene su momento y lugar.


En la diversidad de manifestaciones plásticas se aprecia, al menos,  un factor común, (si no lo hubiera , lo buscaríamos para reconocerlas y justificarlas), es su acoplamiento a los distintos avatares que les tocó vivir, en el fondo esto les resta originalidad.  Por otra parte, al multiplicar indefinidamente los objetos de un deseo (el de ruptura, el de hacer algo distinto a lo anterior), éste pierde intensidad, por eso, con el tiempo tendemos a condensar cosas "pequeñas", que nosotros mismos hicimos individuales, en grandes familias, es decir, que prácticamente quedan reducidas a un 1ª y 2ª Vanguardia y un "últimas tendencias", con muchos "...ismos". 

Quisiera hacer una breve alusión al contexto económico, probablemente y, como siempre, sin la II Guerra Mundial, por ejemplo, no hubiese habido nuevos ricos, y sin estos el arte hubiese seguido otro camino, o no...
Algunos movimientos han querido criticar la importancia del factor económico en el arte, manifestándose con representaciones poco "transportables", perecederas o de mal gusto, para demostrar que el arte puede ser no "vendible" ni manipulable en ese sentido, principio que el tiempo, irónicamente, se ha encargado de contradecir.  Han pasado a formar parte de la "historia" del arte, facilitando su explotación como mercancía, esto no quiere decir que si pudieses, te comprases una de esas obras para el recibidor de casa, algo que sería probablemente indiscutible, por ejemplo, con un Miró o un Rubens.
Reconozco que pensar en una de mis piezas como en la entrada de un ático, me pone los dientes largos, muy, muy largos, con ese pensamiento, al placer de la práctica artística se le añade un placer casi erótico.

Por último, en este apartado una pequeña reflexión sobre el artista, al fin y al cabo él es el receptor y reinterprete del contexto del que hablo.
Ante la obra de otro artista contemporáneo que despierte nuestra admiración, aflora cierto sentimiento de envidia, al menos en mi, por no haber sido capaz de haberlo "visto" antes que él o de haberlo sabido representar así, desearías ser como él, lo cual es contradictorio, uno de nuestros propósitos, si es que tenemos alguno, es el de ser diferentes, por eso buscamos, probamos, a veces rayando el despropósito, en un afán incontrolable de crear, porque en esa creación radicaría nuestra diferencia.
Supongo que es cierto que los artistas, en general, tienen miedo a reconocerse como tales, eso, tal vez, insisto, solo tal vez, implicaría una secreta e ¿inmoral? convicción de que "hay algo divino aquí dentro", o también por el hecho de autodenominarse y reconocerse como artistas, o sea darle carácter de profesión, de alguna manera los convierte como en el pasado en artesanos, y eso, puede ser duro.  

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA III





EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA





III-LA MUERTE DEL ARTE





¿Qué tiene esta época que no nos permite seguir manteniendo el arte en cada uno de su estadio histórico correspondiente?.

¿Dónde y por qué se ha roto esa cadena, si es que lo ha hecho?.

¿Por qué ha muerto el arte?, ¿porqué ya no sabemos como definirlo, ponerle un nombre, y eso nos pone nerviosos?


Vivimos en una sociedad empeñada en no querer morir,  y en la que prima el culto al cuerpo: sano, perfecto, bello.  Con la cirugía plástica y otros inventos y avances en maquinaria, farmacia y cosmética, nos alargan la vida, nos vuelven más "guapos" y nos mantienen con la ilusión de la eterna juventud o, lo que es peor, con el convencimiento de que si no pasa, no se "usa", la vida no se "gasta" y, por tanto, no se acaba.


Esto, indefectiblemente, también repercute en el arte, intentaré explicarme..., pretendemos alargar el arte que tenemos más próximo en el tiempo reduciéndolo a su mínima expresión, como si sumiendolo en un sueño ivernal lo preserváramos de la muerte y así, nostálgicos de un momento artístico que nos pareció mejor, negamos el fenómeno natural del transcurrir del tiempo.


Es inevitable asumir su justo espacio en la historia del arte, allí donde le corresponde, dejemos de ser tan místicos y filósofos y volvámonos enciclopedia, no nos sintamos perdidos por ello, solo en la pérdida es posible la búsqueda, y solo desde la búsqueda es posible encontrar nuevos caminos.

Llamarle como queráis, si no lo habéis hecho ya, al periodo artístico que nace en el fin de lo denominado "últimas tendencias" y de ahí hasta hoy o donde llegue, reconozcamos los límites históricos, hacerlo nos dará la libertad de seguir viviendo y el dilema de la muerte del arte no tendría razón de ser, a pesar de que ya sea historia.

Solo asumiendo el proceso inexorable de la existencia, que reconozco es una forma de morir, podremos seguir creando, eso o redefinimos la terminología lingüística del arte del último siglo, desde otra perspectiva histórica en la que se acuñaron en el momento de producirse.
 

A juzgar por algunas lecturas parece como si el arte solo fueran Van Gogh o Picasso (por ejemplo), y quisieran correr un velo en las manifestaciones plásticas posteriores, esto no es matar el arte, esto es negarlo a partir de Altamira.  Hay que tocar ese arte, bajarlo del pedestal en el que lo hemos puesto y de donde no nos atrevemos a mover.

En otras, para que el arte no muera, parece que se reclame un milagro y que aparezca un nuevo "genio", creando un nuevo estilo, que genere un nuevo movimiento, que rehabilite "aquel" arte y que, a su vez, dé para muchas líneas a los que se dedican a escribir sobre eso.

Me parece que es solo un problema de lenguaje y reconocimiento, reitero, del marco histórico, en que se han desenvuelto las distintas manifestaciones, sobre todo en el siglo XX, que también, no olvidemos, aún es el tuyo y es el mío.

Me permitiré comparar el arte con la Moda de las pasarelas, a menudo las nuevas creaciones presentadas en un desfile solo sirven para eso, para presentarlas en el desfile, pero también se alternan con diseños "llevables" y no pasa nada, y nadie se pregunta por qué bajo las faldas no volvemos a llevar "can-can", supongo que entre otras cosas porque no resultaría demasiado cómodo ir con ellas en el metro.
Por favor, desmitifiquemos el arte.

BUSQUEMOS, PUES, UN TEMA TODAVÍA MÁS HUMILDE QUE EL HUMILDE CUADRO DEL HUMILDE PINTOR.  POR EJEMPLO, SU MARCO DORADO.  HAGAMOS UNA BREVE MEDITACIÓN SOBRE EL MARCO.  AUN REDUCIDO ASÍ EL PROPÓSITO, ES SEGURO QUE NO PODREMOS HACER MÁS QUE DESPUNTARLO.  (ORTEGA I GASSET)

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA II

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA

II-DEFINICIÓN DE ARTE

Arte es lo que sale de la cocina de un buen maestro culinario, colgar una estantería en la pared y que esta nos quede recta, arte es saber escuchar a un amigo y, lo que es más difícil, saber que decirle después, arte es lo que hace un buen lampista con aquel grifo que goteaba desde hace un mes...

Con esto, aunque parezca lo contrario, no excluyo basuras ni retretes, no me atrevería, sobre todo si estos habitan espacios sagrados, léase Centros de Arte, Museos, o Galerías, (estas, últimamente, están viviendo una especie de regreso al pasado, las que han sobrevivido, claro), pero me sirve para manifestar que para mi, ni en la vida, ni el arte, "todo vale" porque sí.

¿Es posible definir el arte?, sin duda lo es, a lo largo de la historia conocida se han dado infinidad de definiciones, repetitivas y contradictorias no sólo entre sí, sino incluso para el mismo autor de alguna de las mismas.
Sabios, filósofos, teóricos, ..., han definido el arte, reconociendo en algunos casos su incapacidad para saber, por ejemplo, dónde empieza la imaginación o acaba la realidad, si habilidad, talento o genio, o para distinguir, con lecturas universales, el arte de lo que no lo es.

¿Cómo definir el arte si no podemos distinguirlo?  A menudo, nos invade la perplejidad ante una manifestación plástica, cuando no reconocemos en ella puntos de referencia donde iniciar su lectura.
No es fácil, y así debe ser, encontrar una definición válida, que no excluya ninguna de las formas de expresión, que no olvide la relación hombre-realidad-pensamiento-creatividad-comunicación, considerándola como una cadena que rota pierde el sentido de ser.

Si abriéramos el debate aquí y ahora, seguramente escucharíamos expresiones como:

arte es belleza; no belleza; armonía; creación; intencionalidad; vibración; tratamiento especifico de un material, para crear un mundo poético en sí mismo; lo que despierta la sensibilidad del espectador, a favor o en contra; expresión, comunicación de sentimientos; trabajo, conocimiento, investigación, ¿ciencia?; lo  que alguien define como arte; condición del todo, de existir; representación de una idea; frontera entre lo vanal y perfecto (lo que escapa a la mano del hombre); cualquier intervención humana sobre la materia o sobre una acción; etc.

Lógicamente, solo el hecho de preguntar que es el arte, ya da lugar a las más diversas y arbitrarias manifestaciones y comentarios, solo diferenciadas por la posición filosófica de que se parta, si es que se parte de alguna, de lo contrario nos limitaríamos al uso de la intuición, dejando de lado el conocimiento.

¿Es inútil el arte? NO. 
El hombre hace arte por su naturaleza comunicativa, en un intento de manifestar un conjunto de ideas, valores y sentimientos, que despierta en el artista la contemplación de la vida. La comunicabilidad es un rasgo esencial del arte y mediante ella éste afirma su carácter social.

El arte, en general, abarca tantos segmentos, que al intentar dar una definición "patrón" para todos ellos, es fácil dejar alguno olvidado.
En un intento de aclarar conceptos pienso que el arte:
-cubre cosas tan diversas, que es difícil encontrar rasgos comunes esenciales en todas ellas
-el concepto de arte debe ser abierto, porque la realidad artística -como reacción- está siempre abierta
-la apertura entendida como proceso constante de evolución, nuevos movimientos, corrientes, estilos, nuevos productos artísticos -únicos e irrepetibles- está en la esencia misma del arte
-transforma una materia, es un puente hacia la naturaleza
-no es sólo práctica-material, es objetivación, meta
-es creación de medios expresivos, de comunicación, es un lenguaje.
El arte se manifiesta de diferentes maneras y dentro de cada una de estas manifestaciones, hay infinidad de tendencias, estilos, corrientes, que aparecen en el transcurso del tiempo y que son fruto de la mentalidad de la época y del contexto histórico en que se desenvuelve la sociedad.

Salvando las distancias, entiendo por arte aquella expresión creativa ilimitada, influenciada por un contexto -histórico, geográfico, cultural y humano- determinado, capaz de despertar sensaciones positivas o negativas  -asombro, admiración, repulsa, armonía, belleza, placer, etc.- en un espectador, que puede ser el autor mismo.

miércoles, 25 de julio de 2012

EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA I



EL ARTE: ESPEJO DE UNA HISTORIA 

I-INTRODUCCIÓN 

Esta reflexión parte de la lectura del libro Sobre la crítica de arte y su toma de posición, en general y, en particular de los textos Sobre la construcción del sentido o contra el arte inocente, de Menene Gras Balaguer y Una necesidad,  de Manel Clot.

Son varias las cosas que intentaré exponer, como la eterna cuestión de qué es el arte, su presunta muerte, o el marco en que se desenvuelve.

En este sentido, pretendo enfocar el arte del s. XX como parte de una Historia ya escrita, pero no como algo muerto por ese motivo, sino como lo que en realidad es, un periodo enmarcado históricamente y, por tanto, limitado en el tiempo, periodo que tuvo su inicio, desarrollo y fin, dando lugar a su vez, a nuevos y sucesivos periodos de, tal vez, similares características pero diferentes resultados, y distintos entre si, ya finalizados y que, a partir de determinado momento, lo llamemos arte o no, ya será otra historia que se escribirá cuando corresponda.

En un principio quería afrontar aspectos como el de belleza, genio, buen gusto, desde una perspectiva filosófica, pero no he podido extraer por escrito una exposición coherente, lo que ha convertido mi trabajo en algo muy personal, no es una crítica, ni un repaso histórico, estoy midiendo mi capacidad en el abandonado ejercicio de la escritura, pura y simple escritura, el arte aquí es solo una excusa.

Planteado de una forma subjetiva y, en ocasiones, irónica, que no debe interpretarse como una falta de respeto hacia nada ni nadie, y sin las  convencionales e innumerables citas, típicas de este tipo de escritos, que, explícitamente, he eludido, (ya que uno de los aspectos más cuestionables para mi, es esa forma de escribir sobre el arte), he querido generar un texto de lectura al alcance de cualquiera. 

Hay tanto escrito y leído sobre todo esto, que me parece casi imposible hacer una reflexión decente sin recurrir a esas continuas referencias, que otros escribieron ya por mi, creo que tengo ideas propias y claras, aunque, admito, también contradictorias, que pretendo exponer aquí. 

Para ello he debido hacer un esfuerzo para digerir un montón de libros y textos sobre arte y filosofía, y digo esfuerzo porque hace años, por motivos que no vienen al caso, abandoné el gratificante ejercicio de leer a diario y leerlo todo, bueno, casi todo, y, aunque probablemente ya habré leído más que muchos a lo largo de su vida, lo lamento a menudo, ya que he perdido la capacidad para comprender un texto y, a la vez, la capacidad de expresarme mediante las palabras, por supuesto  también la capacidad de memoria, de retención lingüística y, lo más importe, la capacidad de interesarme o entusiasmarme por una lectura, de la índole que sea.

A pesar de todo ello, algo debe quedar más allá de cuentos y poemas olvidados en un cajón, y espero saber contestar a alguna de las preguntas que yo misma me planteo tras esas lecturas, quisiera, sobre todo, saber al menos  como plantearlas.